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Fundación Libertad y Progreso

El desafío más grande 
del Gobierno es reducir el déficit fiscal

En el marco de su ciclo de desayunos "Desafíos y Oportunidades para el Nuevo Gobierno", que realiza la Fundación Libertad y Progreso con apoyo de la Fundación Naumann en el Hotel Feirs Park, los directores de la Fundación Agustín Etchebarne, Manuel Solanet y Aldo Abram debatieron sobre la situación de la inflación y el déficit fiscal. En este marco, apuntaron que el desafío más grande y complicado del Gobierno es achicar el déficit fiscal.  

"Antes de analizar la situación argentina hay que tener claro el contexto general. Si en el mundo hay algunos problemas, el escenario para nuestra recuperación es diferente", explicaron Etchebarne, Solanet y Abram. "Hoy estamos en un escenario con una China que puede crecer menos; Brasil muy complicado y con posible caída mayor y Estados Unidos achicando su brecha fiscal y mejores números de empleo pero una inflación que preocupa. Ese es el mundo con el que Argentina se volvió a relacionar a partir del cambio de gobierno y el mundo que nos va a condicionar", destacaron los directores de LyP.
Luego, los economistas de LyP explicaron que las dos vías que puede tomar Argentina para salir del atolladero entrañan riesgos. "El programa gradual que se está aplicando desde el Gobierno tiene el riesgo de que un shock externo nos afecte, y ante eso no tenemos posibilidad de hacer nada y caemos en crisis. En tanto, un programa de shock tendría un costo político más alto y podrías descubrir al final del camino que las medidas más difíciles se podrían haber hecho en forma gradual", explicaron.
Seguidamente, los expertos de la Fundación analizaron la pesada herencia recibida por Cambiemos en materia fiscal y los desafíos que eso representa. "El kirchnerismo hizo un crecimiento del gasto sin precedentes en la historia, con un gasto de 46 puntos del producto agregado (nación, provincias y municipios) y una presión impositiva de 40 puntos del producto. Esto es algo inédito que le genera muchos problemas al Gobierno actual", explicó Solanet. "En este panorama se hace necesaria una reducción del gasto que estimamos en un 11%, para volver a tener equilibrio fiscal. El tema es dónde hacer esa reducción, porque hay ítems como jubilaciones que no se pueden tocar. Las metas más fáciles de abordar para esto serían reducir los subsidios económicos, los gastos superfluos de la política (viajes, automóviles con chofer, etc) y el costo que genera la corrupción", dijo el economista.
En este contexto, la propuesta de Libertad y Progreso es trabajar en la cuestión federal, promoviendo menor gasto y mayor eficiencia en el gasto en las provincias, a partir de un sistema de coparticipación que contemple la correspondencia fiscal. También sugirió la eliminación o reducción de subsidios económicos, a través de la normalización de tarifas con medidas que contemplen a los usuarios carenciados; la supresión de subsidios a actividades económicas; que el petróleo y el gas se manejen a precios de mercado; que haya una racionalización de las ayudas sociales; que se reduzca el gasto en publicidad oficial y programas como Fútbol Para Todos; que se fomente la reinserción de empleados públicos en el sector privado en el marco de un plan; y que se fomente el combate a la corrupción y la búsqueda de una mayor transparencia, entre otros temas.